
Encontrar el bañador o bikini perfecto puede ser una tarea que consuma muchas horas. Y una vez que lo consigues, quieres que te dure en buen estado el máximo tiempo posible. Pero, ¿estás haciendo todo lo necesario para cuidar tu ropa de baño?
Las prendas de baño suelen ser piezas delicadas que pueden verse debilitadas por agentes externos como el sol, el cloro o la sal del mar. Y, aunque es inevitable que estén expuestas a estos elementos, sí que es posible tomar ciertas medidas para que sufran lo menos posible y se conserven en buen estado por muchas temporadas.
Queremos que la vida de tus bikinis y bañadores Red Point sea muy larga, por eso, hoy te traemos algunos consejos para cuidar tu ropa de baño adecuadamente y conseguir disfrutar de ella durante muchos días de sol y playa.
¿Cómo cuidar tu ropa de baño correctamente?
Si retuerces tu bañador o bikini para escurrirlo, lo metes a la secadora o le pasas la plancha, tenemos noticias para ti: estás metiendo la pata con el cuidado de tu ropa de baño.
Pero que no cunda el pánico. Para que sepas cómo alargar la vida de tus bikinis y bañadores Red Point, te damos algunas claves sobre cómo lavarlos, secarlos o guardarlos. ¡Toma nota!
1. Ojo con el lavado. Lo mejor y más recomendable para lavar tu bikini o bañador es hacerlo a mano y con agua fría (el agua caliente debilita los tejidos). Utiliza un jabón neutro para retirar los restos de cloro, sal o cremas. Ah, y evita a toda costa el uso de suavizantes.
2. El secado, mejor a la sombra. Aunque te parezca una buena idea poner tu ropa de baño al sol para que se seque más rápido, lo cierto es que los rayos solares poco a poco van dañando el color de estas prendas. Por eso, lo mejor es secarlos siempre a la sombra y a ser posible del revés.
3. Di NO a la secadora. En línea con el punto anterior, evita a toda costa meter tu bikini o bañador a la secadora. No solo puede destruir las fibras elásticas de tu prenda, si te pasas de calor, también puede encogerla.
4. Escúrrelo bien. Y por escurrirlo bien nos referimos a bajo ningún concepto estrujarlo para quitarle el exceso de agua. Este gesto puede deformar la prenda, hacerla dar de sí y dañar los estampados (en caso de que los tenga). Lo mejor es escurrirlo con cuidado y sin retorcerlo al quitárnoslo y envolverlo en una toalla para transportarlo hasta casa (evita las bolsas plásticas).
5. Nunca lo guardes mojado. La humedad favorece la aparición de hongos y hace que los tejidos huelan muy mal. Deja que tu ropa de baño se seque completamente antes de guardarla.
6. No planchar. Los materiales utilizados para fabricar la ropa de baño suelen ser muy sensibles al calor. Aunque seas un loco de la plancha, es preferible evitar planchar estas prendas para evitar dañar las fibras o estropear estampados y detalles troquelados.